domingo, junio 06, 2004

Es correcto...

Llueve. Se escucha el caer del agua en las ramas de los árboles cercanos. A veces me pregunto que estarán haciendo mis vecinas en estos instantes. ¿Estarán viendo la tele, leyendo algún libro interesante, escuchando música?. De seguro cualquier cosa menos estar sentadas frente al monitor de una computadora.

Lunes
No recuerdo que sucedió el lunes. Creo que fue un día en el que...

Martes
La exposición del colectivo Holgasmica en la estética de Vero Pelos (Vero Saínz) en Polanco. Recuerdo que le llamé a Laura para preguntarle si asistiría. Desde que Lu abandono Guadalajara las noches de juerga no son lo que solían ser. Laura, indecisa para variar. Después me llamó para decirme que su auto estaba en el taller de la agencia y que si la llevaba a la expo. Acepté. Quince días antes había estado con Vero y algunos amigos en ese mismo lugar para la misma exposición sólo que se había cancelado. Ahora lucía diferente. Gente afuera de la estética, adentro las cámaras de canal 8 del cable, y las fotografías colgadas en las paredes. Me gustaron más estas fotos que las que vi en noviembre en Pátzcuaro. Quizá porque eran menos, quizá por el formato, más grande en esta ocasión. Me gustó mucho una de fondo rojo y un medidor de luz en negro, otra color verde con un gallito, y otra de la cajuela de un taxi donde se observa el dibujo, mejor dicho el típico trazo de las torres de catedral. Esto no quiere decir que las demás no me gustaron. Creo que fue una buena exposición, aunque el lugar por supuesto, era bastante extraño. Varias botellas de tinto, y cuando digo varias me refiero a más de diez, esperaban en la cocina, un Concha y toro blanco también, le preparé un par de tragos a Vero que no se cansaba de contar la histoira de la borrachera de quince días antes, cuando se suspendió la expo. Sí, había música, me gustaba. También Tequila. El alcohol invadía mi sangre. Recuerdo que le pedí a Vero que me presentara a su hermana. Muy guapa por cierto. Adriana, creo, se llama. ¿A qué hora nos retiramos? no lo sé. Lo que sí se es que no pude quitar la alarma, y era un ruidajo, y entonces comprendí que no podría manejar, no recuerdo si avancé algunos metros o no, al final le pedí a Laura que manejara, en el auto viajaba también Ricardo Cerqueda y Fanny. Borrón y cuenta nueva. Me cuenta Laura que primero llevó a su casa a Ricardo y a Fanny. Yo sólo recuerdo que por gracia divina abrí la puerta de los depas y llegué a casa. Laura se llevó mi auto...

Miércoles
Amanecí crudo. Entre sueños recordaba que la noche anterior había llegado a vomitar al baño. Lo negué. Pero una vista rápida a la taza me saco de toda duda. Me la pasé en casa la mayor parte del día. Una breve escapada para llevar los negativos de las invitaciones a la imprenta. Hablé con Carlos Vicente Castro para confirmar la cita. Vendría a casa a las 7 de la noche. Vinieron a cobrar la renta pero no había sacado dinero del banco así que le dije al buen casero que pasaría por la tarde a pagarle. ¿Comí? No recuerdo. Por la tarde volvió a llover. La señora del aseo no vino y el depa es un desastre. Yo sin auto. Finalmente a las siete llegó Laura llamá por teléfono para avisarme que esta afuera de mi casa. Cuelgo y vuelve a sonar el teléfono, pienso que es Laura, pero no es Carlos Vicente que me avisa que esta afuera de los depas pero no recuerda el número del mío. Yo había olvidado que vendría. Bajo las escaleras a toda carrera. Abro la puerta y le digo a Carlos que no hay tiempo que perder, que suba al auto, Carlos pone cara de no entender nada pero se sube, Laura se recorré y quedo al volante. La lluvia arrecía. Dejaremos a Laura en la agencia Renault de Américas, su auto ya está listo. En cuanto se baja le explico todo a Carlos quien amable accede a acompañarme al banco a sacar el dinero y después a pagar mi renta. No le quedaba de otra. Lo que me agrada de Carlos es la tranquilidad con que habla. Me recuerda a algún filosofo oriental. A Algún maestro Zen. Es una de las personas jóvenes más sabías que conozco. Me presume que ya esta su libro de ensayos casi listo para imprimirse en la editorial que dirige León Plascencia Ñol, me dice que por el momento su libro titulado El hueco quiere probarlo en otras editoriales y no publicarlo en "Los cuadernos de Bartleby". Yo respeto su decisión. Me propone, sin embargo, publicar una obra de Alfredo R. Plascencia con un estudi de él a lo que accedo. Al final lo llevo a su casa y pienso que ha sido un buen día.

Jueves
Día de muchas visitas. En la mañana nos vemos Jazmín y yo para arreglar la presentación que llevaremos al CECA para pedir un apoyo para La Voz de la Esfinge. En las oficinas nos encontramos a las tragaluzas Karla Sandomingo e Ivabelle Arroyo. Juro que no las vi cuando llegamos. Pero Jazmín me dice que la dejaron con el saludo en la mano y pasaron de largo. No lo dudo. O bien a lo mejor realmente no nos vieron. O bien ahora dirán que fuimos nosotros los que fingimos demencia. Pasamos por las invitaciones que estaban listas y le entregué algunas. vino Ana Claudia quién se llevó invitaciones y Mauricio Ramírez que me trajo unpar de trabajos, los cuales agradezco porque mi situación monetaria es lamentable gracias al viejo caso de una famosa antología de poesía... Por la noche hay presentación de libros de Mantis en el FCE, al final me quedo trabajando y ya no voy. Quiero platicar con Omar Rojas, traemos entre manos la edición de un libro de poesía sueca.

Viernes
Día extraño. Los negativos del libro de Neri ya están listos. Compró el papel en Lumen porque en Gyfer no hay, o lo esconden, y sorprendentemente sale más barato. Los precios van a la alza. Es la segunda vez en menos de quince días. Voy hasta Tonalá porque se imprimirá en Tips Gráficos con Javier Angiano. A las doce, a la premiere de Harry Potter, desgraciadamente doblada al español pero ningún otro horario se acomodaba. Como fue en plaza Pabellón, el infaltable Chocochino de Arnoldi a la salida, el cuál por desgracia no venden ni en plaza del sol ni en Galerías. Por la tarde sigo trabajando pero sin notar un gran avance. Tuve que encargar un toner. Eso retrasa la impresión. Omar Rojas me escribe para decirme que podemos vernos después de las nueve. Le respondo que se me complica. A las 6 de la tarde llego al Rojo Café, que no me agrada, para platicar con Rafael Medina sobre el libro que me entrego para Los cuadernos..., después llega Ulises Zarazua y otro chavo, se reunen a tallerear sus textos y a intercambiar chismes del mundillo literario. Tal vez comience a llevar mis cuentos. A las 8:30 el grupo se separa, yo voy al fondo donde también hay presentación de Mantis. Gabriel Martín y Mario Heredia. Ulises también pero va en bicicleta así que llegamos cada quien por su lado. El auditorio de la Jose Luisa está a reventar. En la mesa los autores, Rogelio Guedea, presentador, corresponsal de La Voz en Colima y recientemente ganado del premio de poesía Amado Nervo de Nayarit. así como Manuel Cadavieco el responsable de publicaciones de la Secretaría de Cultura, que esta ahi porque este par de libros son co-ediciones de la secretaría con Mantis. Me siento junto a Claudia Barreda, que trabaja en Mantis. Comentamos que la presentación de Rogelio es demasiado crítica. Gabriel Martín eligió Pinturas de Carlos Maldonado para su libro. Lo presume en público. Al final aprovecho para repartir algunas invitaciones. Y Gabriel dice que la fiesta será en el "Sal si puedes", Carlos me comenta que a ese lugar llegarán Ray y Adrian. Despues de un par de vasos de vino nos encaminamos al "Sal si puedes", bar que por cierto administra Gabriel Martín, en el centro de la ciudad y que tiene un fuente en el patio interior realmente agradable. Llegamos y no hay ningún invitado. Nos ofrecen cervezas. Prefiero refresco: debo manejar. Ray llega pero de Adrian ni sus luces. Como tampoco llegan los demás invitados decidimos ir al Red Room. Pero volveremos... En el Red Room saludo a los Aves a veces, a Juan, Moy y Aldo, con ellos estaba el Muerto, músico de Rada Id. Pedimos cerveza de barril, en verdad buena, creo que tocaban a DJ Shadow, pero no podría asegurarlo, imagenes de paisajes, después de edificios siendo demolidos, después de cientos de autos circulando por freeways, después... en la pantalla. Laura y un par de amigas llegaron. Laura me tapó los lentes con sus manos, pero su aroma es inconfundible. Sin embargo, nos aburrimos en el RedRoom y regresamos al Sal si puedes. Nunca llegaron la multitud de invitados. En una mesa, junto a la fuente Gabriel, Julián un amigo vasco y la esposa de este. Con nosotros Iván amigo de Carlos y Ray y conocido mio de la escuela de diseño y otro chavo y su pareja que no conocía. Del Sal si puedes escapamos a las 4:30 de la mañana. Fue una platica relajada entre tequila y cervezas. Gabriel quería hablar de París, del viaje a París, de la cena en Chez Eugene, y que, como la leyenda comienza a decir, después de París yo soy otro. No lo creo, pero hasta la mamá de mi ex-novia lo cree...

Sábado
Afuera del Sal si puedes, entre platica y risas que retumbaban con eco en la solitaria Contreras Medellín a esas horas de la madrugada. Una señora mal encarada se asoma a un balcón y nos grita que callemos que dejemos dormir. Hacemos caso y el grupito se disuelve. Llevo a Ray, Carlos e Iván al edifico sede de El Cuadrilatero. Llego a casa a dormir. No recuerdo a qué hora despierto. Busco a Lu, al comandante Jiménez a Lili. Carlos me ha invitado a Tequila, a la inauguración de un museo al cual donaron obra varios pintores. Habrá bebida y comida gratis. Perfecto. El comandante dice que no pueden ir. No esta vez. Lu me platica que esta a punto de inicar un tour para comprar algunos muebles para su nueva residencia en Ocotlán. Le digo del viaje le dice que le late. Nada en firme. La inauguración es a las 3 pero le digo que quedé de verme con la flota a la 1:15 para esa hora irnos tentativamente. Dice que igual y se anima a lanzarse en su auto. Lo dudo. Después recibo llamada del Comandante para decirme que siempre sí. Le digo que en el Cuadrilatero a la 1:15. Cuando llego están más de los que caben en el auto: Ray, Iván, Carlos, Joao , Francisco y claro Jiménez y Lili. La situación es extraña. Silencio. Iván no nos acompaña. Al final nos vamos en dos autos, Jiménez y Lili conmigo los demás en el auto de Francisco. El día nublado. Algo de lluvia por la carretera. La Cofradía es el nombre del lugar. Es grande y en medio de un pequeño bosque. Los agaves a nuestro alrededor. Y efectivamente hay comida y bebida gratis. Pero a las 6:30 tengo que partir. Mi primo se casa a las 7 y no habrá fiesta. Veo que el jolgorio va para largo y que hasta castillo habrá, hago de tripas corazón y me retiro. Me acompañan el Comandante y Lili. Los dejo en Chapultepec. Llego justo a mitad de la misa. El tiempo transcurre. Mi preocupación el partido de las Chivas. Tic-Tac. Tic-Tac. Abrazos. Felicitaciones. Plático con el hermano de mi primo casado. Le comentó del Día de la música que organiza la Alianza Francesa y el Ayuntamiento de Guadalajara. el toca en Diablito Maracas y le prometo darle el contacto de Gabriel Martín para que haga su lucha de intentar colarse entre las bandas participantes. Al final no se hace nada. No hay reunión, ni fiesta, ni brindis. El primer tiempo termina 0-0. Hay tensión en el ambiente. Acompaño a dos de mis tías por sus vestidos que dejaron en casa del papá de mi primo. Después debo regresarlas a su casa que esta a una cuadra de mi depa. Casi no puedo escuchar el partido, no les gusta el futbol. Penal a favor del Guadalajara... 1-0. Emoción. Ya es nuestra la semifinal. Semáforos adelante. Cuadras adelante. Por festejar antes de tiempo penal a favor del Toluca. El estómago se contrae. Y Osvaldo detiene el penal. Ahh ahora si. Dos minutos después el 2-0. Qué tiene el futbol que apasiona a tantos pero a su vez es indiferente para tantos otros. Busco mi bandera. Sí tengo una bandera. Héctor se la llevó al estadio. Lili me escribe para decir que vienen a mi casa para ir al RedRoom donde tocan los Aves a veces. Los espero. Llegan. Tratamos de localizar a Lu, negativo. Partimos. Por Vallarta pasan los autos con las banderas del Guadalajara al aire y con las bocinas sonando una tras otra. La alegría se me contagía. Quiero circular por Vallarta, Jimenez me anenaza. Le suplico que me deje. Que estoy contento. Su pistola en la sien me convencé de que lo mejor es llevarlo al RedRoom. Y los dejo a media cuadra. Si el ambiente esta bueno te avisamos. Estoy de acuerdo. Y tomó Juárez, después Vallarta para mezclarme entre todos esos autos. entre toda esa gente. Que si este equipo logra coronarse (algo en verdad complicado) dentro de una semana esto no será nada en comparación del rio de autos y gente que andará por estas calles. Sigo por Vallarta hasta los arcos. La calle cerrada. Se ve mucha gente en la MInerva. Yo ya no quiero regresar al RedRoom. Llego a casa y me acuesto. Caigo vencido por el sueño. No se a que hora recibo un menaje del comandante. El ambiente no esta chido. A las dos de la mañana me habla Ray para saber donde hay fiesta, ellos apenas vienen de Tequila. Le digo que no tengo fiesta. Duermo.

Domingo
Despierto. Debo escribir. Pero no puedo y no quiero. Prometí a tía compañarla al mercado pero no quiero. Me quedo viendo el partido Cruz Azul-Pumas. Quiero que ganen los azules para que la final final sea en Guadalajara. No. Me llama mi tía y me reclama. Al final termina invitandome a Comer. Regreso a casa. Estoy aburrido, aburrido, aburrido. Ninguna de mis amigas disponible. Tampoco mis amigos. Sigo trabajando. Y aburrido. Sunday Boring Sunday. Leo los blogs de otros. Es una red enorme ya. A dónde nos dirigimos. Quiénes son los lectores. ¿Sirve de algo todo esto...?

1 Comments:

Blogger Igor said...

Primero, quiero decirte que, cuando menos, tienes un lector asegurado y cautivo (un servidor). Segundo, coincido con tus dudas acerca de la dirección de todo esto. Finalmente, a manera de consuelo personal, creo que, en última instancia, no se necesita una dirección específica con respecto a esto del blog, sino que lo importante es, para decirlo galilícamente, que sin embargo se mueve: todo esto es casi como compartir las soledades ¿no?

Ræncoria

1:58 p.m.  

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