miércoles, junio 09, 2004

Días de lluvia...

1.
Llueve. No para de llover desde hace cuatro días. Lluvia visible apenas, pero que termina empapando la ropa con una cuadra de recorrido. A media tarde un respiro no mayor de un par de horas. El sol volvió a iluminar la tarde con sus rayos. En definitiva soy un ser de luz y sol. La alegría retornó durante esos pocos minutos. Este clima londinense me deprime. Y pensar que en Londres me tocaron días soleados. Sólo una tarde cayó una ligera lluvia, increíblemente a pleno sol. Mi último día en París también llovía. Comenzaba la primavera, pero esa tarde, con la mochila en la espalda, arrastrando el equipaje y con los lentes empañados lo que mas deseaba era descender al metro para tomar el tren rumbo al aeropuerto. Todo el tiempo me repetía: “toma notas, toma notas”. Pero escribí tan poco…

2.
Las palabras. Debería estar acostumbrado, pero aún me sorprendo, cuando algo de lo que escribo provoca reacciones, tanto en mis amigos como en lectores que no conozco. Somos tan susceptibles cuando alguien habla de nosotros. Si nos elogian nuestro ego crece, si creemos que nos maltratan sentimos el fuego del odio circular por nuestras venas. Las palabras. Discretas, silenciosas, pareciera que en este mundo tan fugaz nadie las toma en cuenta, y sin embargo…

3.
Depeche Mode. Black Celebration. Eso, estimados lectores, es arte, lo comprendan o no…

4.
He pensado tantas cosas que no caben en el blog. Escribí una breve reseña de Reducido a polvo el libro con el que Luis Vicente de Aguinaga ganó el premio Aguascalientes este año. Me la pidió Ricardo Solís para una revista de Sonora, en cuya capital recién terminó un encuentro de escritores. “Ha estado pésimo” me contaba el buen Ricardo. Mucho relajo, embriaguez, promiscuidad, como en todo encuentro literario, y la literatura, bien gracias, para mejor ocasión. Es divertido ir a los encuentros, como no, son como vacaciones, quien diga que va con fines de otra cosa miente…

5.
Amo la épica griega. Ignoro las razones. Hay un imán… los poemas más recientes lo reflejan (no los Mapas Interiores, otros más nuevos que prometo subir más adelante.)

6.
En el suplemento "La cultura en Occidente" de el periódico El Occidental, José Israel Carranza, entrevistado por Pedro Valderrama hace ya varios meses, responde de la siguiente manera cuando le preguntan los objetivos que perseguía El Zahir (revista de literatura nacida en 1992 y cuyo último número, el 22, se editó en diciembre de 1998): Darle voz a un grupo e invitar a más amigos. [A publicar] Ninguna revista se propone otra cosa, y si arguye cualquier suerte de nobles intenciones (promover la literatura joven, estimular el diálogo, participar propositivamente en la dinámica cultural de la comunidad, abrir ventanas a ciertos valores políticos, morales, éticos o cualquier otra cosa), está simulando". Me parece una afirmación demasiado tajante. Si en su momento El Zahir fue una revista de grupo que no dio voz a nadie más, excepto a aquellos autores con quiénes se tenía afinidad (lo cuál cada revista esta en su derecho de hacer, salvo que se haga con fondos del erario público), no por ello se puede hacer tabula rasa y decir que en las demás revistas sucede igual. Hablo como editor de una revista literaria que por supuesto da voz a los amigos, pero también se ha caracterizado por ser un lugar lo más plural posible en el que han publicado la mayoría de los autores de la localidad sin importar su procedencia (y los que no están es porque no han enviado texto). La literatura escrita por nuevos y jóvenes autores tiene también cabida en esas páginas... quien lo dude puede buscar cualquiera de los 16 número de la revista...

7.
Afuera llueve. La humedad da frío. Llueve y llueve y llueve…

8.
A ti que estas de vacaciones: te extraño con una extrañeza tan grande en cantidad como partículas de polvo cósmico…

9.
Y el universo no deja de expandirse…