domingo, julio 04, 2004

Bitácora virtual de viaje desde la Matrix

1. Yo también quiero ser un editor…
(o mi postura sobre lo de Parque Nandino)

Se veía venir desde la salida de Frank Lozano de la Secretaría de Cultura. Era cuestión de tiempo. No, no fueron los ula-ulas, es un enfrentamiento por el poder que ha venido creciendo en magnitud los últimos meses.
     Desde su nacimiento se sabía que Parque Nandino sería una revista parcial, con una visión no incluyente de la literatura, apoyada con dinero de la secretaría de cultura, y con escritores y editores jaliscienses en un consejo editorial que no tendría mayor función que el adorno y la justificación del proyecto.

Parque Nandino uno y dos

     Algunos desde un principio decidieron no participar. En mi caso, decidí aceptar la invitación de que mi nombre apareciera ahí por dos motivos, el primero que siempre he creído que si las cosas van a cambiar es participando en ellas de manera directa, y en segundo porque la visión de los editores sobre la línea editorial coincidió en mis gustos y búsqueda particular de la literatura.
A pesar de la cerrazón editorial los textos que se publicaron, lo mismo que los autores, me parecieron interesantes y propositivos. Por supuesto, se tomaron decisiones arriesgadas que causaron malestar, como por ejemplo nombrar jefa de redacción a la jóven e inexperta en esos menesteres Mónica López.
     Dadas las posturas irreconciliables entre ambas partes, sentarse a negociar era inútil. Pensar que quitarían las columnas de cuatro escritores representativos del grupo era de chiste.

Parque Nandino tres y cuatro

     Lo que si me pareció sorprendente fueron los costos de la revista. Quizá la cantidad que el editor recibía como sueldo ($15,000) provoque que los salarios de los editores se homologuen. Que nuestro trabajo sea revalorado (je, Je). Y si esto sucede, gracias León Plascencia Ñol porque nos permitiste a los pobre editores que lo hacemos idiotamente por amor al arte embolsarnos un poco más de dinero.
De cualquier manera, trabajar por el arte, con o sin presupuesto, con o sin el apoyo de los artista de renombre, debe seguir, finalmente, mi muletilla es que sólo el tiempo, la constancia y el trabajo serio pondrán a cada uno de los protagonistas de la cultura en su lugar.


2. La linda bruja del Nuevo Reino de León

Inés de la Rosa Zamboni

Quiero presentarles a mi amiga Inés. Esta fotografía se la tome en el viaje que hice a Monterreye en abril pasado. Aprovecho para enviarle un abrazo afectuoso y cálido. Ella sabe porque…

3. Y fui a ver a Molotov
Laura Covarrubias nos invitó a una parrillada. Quedé de pasar por Carlos Maldonado al Cuadrilatero a eso de las 10 de la noche para de ahí irnos a casa de ella. Estacioné mi auto por la Paz, a un lado del banco. En el interfón presioné el número Cinco varias veces. No hubo respuesta. Intrigado escribo un mensaje en el celular y se lo envío a Ray. Le pregunto por Carlos. Me dice que esta con ellos. Aprieto entonces el botón del departamento Uno. Pollo responde y abre la puerta. Carlos está con ellos. En realidad nada más con Pollo. Ray, me dicen, está en el Foro Alterno Belenes con Molotov y hay cambio de planes. Primero ir a Molotov, después con Lauro. Le marco al Comandante Jiménez para comentarle al respecto. Se suponía que estaría en camino pero sigue en su casa. Le comento del cambio de planes y prefiere abstenerse. Los fondos son pocos. A mi me explican que Ray meterá a Carlos y a Pollo. Dudo en acompañarlos. Igual me convencen cuando dicen que será fácil meterme a mi también. Llegamos pues a los Belenes donde ya se escucha la música de Molotov y el grito entusiasta de la gente. Ray no me esperaba así que no tiene pase para mi. Me pide que espere. Regresa en pocos minutos con el pase. Llegamos pues al concierto. No hay mucho público. Saludamos a Lulú Sánchez y a Mariana Islas. Con Ray esta su hermano. Saludos. Escuchamos seis canciones. Fallas en el sonido. Y el final apoteósico de Puto. No entiendo porque a la gente le gusta tanto esta canción. De ahí rumbo a casa de Laura. Parada de emergencia en el Gigante 24 horas de Providencia. No hay Corona. Cruzar la calle rumbo al Seven Eleven. Tampoco hay Corona. Seis de tecate. Uno por cabeza. Ahora si armados a casa de Laura. Pasarnos por una cuadra e inaugurar el doble sentido en Ottawa. En la cocina Nachita, Laura y otra amiga. Saludos. Ojos dilatados y misteriosos. Nuestra amiga en las nubes. La falta de costumbre. En la terraza más amigos de Laura. Benito Zamora y Helmut el dueño del Haus der kunst. Aburrido. Pensamos que llegaríamos cuando el carbón estuviera al rojo vivo y oh sorpresa aún no había nada de nada. Total que la anfitriona se desapareció y en el inter Carlos puso el Carbón, el estéreo se llevó a la terraza, Ray hizo varias llamadas y llegaron Ángel y un grupo de amigos, después más amigos de Ray, Adrián en taxi. Comimos. Tomamos. Platicamos. Laura reapareció. Risas. Despedida. A dónde seguirla. Que por la Santa. Y Ahí vamos. Nada. Ya había terminado. Llevar a Adrian a su casa. Dejar a Ray en La Paz y Enrique Díaz de León. Irme a casa a dormir. A soñar.

4 El señor de los anillos versión southpark

Parque Nandino tres y cuatro

No cabe duda que sin el humor esta vida sería de lo más aburrido. Me he carcajeado la última media hora viendo la versión Southpark de El señor de los anillos. Todo gira en torno a una película pornográfica que los personajes de esta caricatura deben retornar por supuesto enfrentando decenas de peligros: padres desesperados por recuperar el video. Chicos más grandes intentando robar el video. Y los protagonistas sin saber el verdadero contenido de la película. En fin que lo mejor es ver el capítulo en la tele. Tan memorable que lo he grabado.

5. Silencio
Voto de silencio en el blog por un par de días


6.
He vendido el auto. De nuevo soy peatón