miércoles, enero 21, 2004

Las palabras y el silencio

Cuál es la magia de las palabras, de los sueños plasmados en papel, de las lágrimas que no se ven pero se sienten en los renglones de un texto. ¿Por qué una historia que recuerda sucesos pasados nos abre las puertas a emociones y sentimientos de lo que pudo hacer? Es acaso ese el misterio de las palabras. La puerta de entrada a la posibilidad. ¿Al "si hubiera"?. ¿Acaso la literatura es sólo el "si hubiera..."? He aquí entonces tal vez porque las palabras son más que letras. Porque nos dan o nos quitan capacidades humanas: soñar, amar, recordar... Y en contraparte esta el silencio. El silencio que nos toma de la mano para llevarnos a un estado prenatal, a un encuentro con uno mismo. Pero también el silencio como el no tener opciones ante la duda. Como el temor a las palabras. El silencio asesino. Por qué empeñarnos en el silencio de la inmovilidad, del no crecimiento. Hasta cuando soltar las palabras que nos apresan y nos dañan. Por qué llegar a las puertas de la Arcadia, tener el pase de entrada en la mano, y temer, no entrar. Hasta que punto querer convertir nuestra vida en una historia literaria. Mejor vivir. Mejor arriesgarse. Estar juntos si bajo el cielo real, y no bajo un cielo en apariencia protector, pero falso.