domingo, mayo 23, 2004

Mapas Interiores IV

IV
NOTA: Estos poemas, originalmente agrupados bajo el título de Paisajes interiores —pero que cambiaron después de una plática con la pintora Sandra Carvajal, quien los bautizó con un mejor nombre: Mapas interiores—, nacieron de la contemplación de una serie conformada por nueve fotografías, las cuales tomé una de las noches de "Puertas Abiertas", durante un performance realizado por Laura Covarrubias y una amiga (cuyo nombre no recuerdo), en la azotea de la casa-taller de Daniel Neufeld. Sin embargo, son tan sólo el detonador: un punto de confluencia, una pista de despegue. Lector atento, podrás darte cuenta que lo que se dice en ellos poco o nada tiene que ver con las imágenes. La más de las veces el poeta tampoco sabe a donde habrán de conducirle sus palabras. Finalmente todo poema es un ensayo...

P.S. Algunos de los poemas anteriores los he ido corrigiendo y actualizando su versión en línea conforme a su propio proceso de madurez.

IV

El silencio ha construido un muro y rodea tu cuerpo.
La muralla cae azotada por el brio de una trompeta
furiosas olas
Tu cuerpo se derrumba junto a un muro blanco
tus ojos en la caída de la luz al agua.
Círculos concéntricos.
Cerrar los brazos
la luz se refracta:
el silencio ha perdido la batalla.
(Los soldados toman el sol indiferentes
sus armas se han perdido en las cavidades de la historia)

Una espalda, un cuerpo, la alberca en la distancia
setenta y siete veces había sido negado el clamor de la victoria a esos generales
La ciudad cayó, la trompeta yace ahora rotegida.
Círculos concéntricos.
En vuelo rasante un cuervo de mirada torva
enceguecido
cae y colisiona contra el agua
se rasga el velo, las leyes físicas se han distendido
espejo
turbio. La memoria
olvidada de la arena
luz jugueteando en las paredes.
Sumergirse
llegar hasta el fondo de la fosa envuelto en el no sueño:
La mirada de un ejercito en su gloria.
Dentro del agua
un corazón resiente el frío de las profundidades

Es ésta la visión del dios
(células acuosas), y tú has entrado a su mirada.


Te miras
distorsionada en ese cielo.
Manos juntas. (Asciendes).
El sonido se introduce en ti. (Asciendes). En oración
tu cuerpo es recorrido por el agua.
En lo alto te encuentras a ti misma, te contemplas:
estiras las manos: tú y tu reflejo
al juntarse
rompen
la creación del dios.

------------------------> ya saben, en el blog, los espacios y sangrías desaparecen o bien da mucho trabajo acomodarlos.