sábado, septiembre 27, 2003

De como Fillipa Giordano me hizo llorar en Mix-up

No soy un conocedor de la Ópera, ni siquiera puedo considerarme escucha ferviente, entre mis discos no cuento ni siquiera con los clásicos. Mi padre tenía algunas grabaciones, de Verdi, la mayoría de ellas, y mi recuerdo más claro era escucharlas sobre la carretera en alguno de los exóticos viajes de infancia que hicimo a lugares tan misterioso y lejanos para un niño como en aquel entonces lo eran, Puerto Escondido, Ixtapa, Puerto Ángel y algunas otras playas del pacífico. Cuando cesaron los viajes terminamos oyendo algunas de estas grabaciones a la hora de la comida. Es curioso, siempre que pienso en viaje, pienso en carreteras y en autos y en música. Manejar sin música vuelve el hecho de tomar un automóvil aburrido. Pero en este momento no deseo ahondar en las cuestiones del viaje. Quiero hablar de esta mañana en la cual fui a pagar el gas al Centro Magno y no pude rechazar la invitación de entrar al Mix-up. Para alguien como yo entrar a la tienda de discos es casi saber que terminaré desfalcado. Recorrer los anaqueles y revisar discos. Detenerme en las islas de novedades y escuchar algún disco que promete. Pasar el tiempo de un género a otro. Saber que en las ofertas no encontraremos por lo común el álbum que buscamos. Regodearse en el dark y en el alternativo, comprobar que la oferta ya es mayor, que hay discos de Mogway, de Elastica, de otros que hace algunos meses nadie parecía saber de su existencia, visitar la zona de electrónica con su colorido y portadas avant garde, pasarse al área de música clásica y anexas. Divagar un poco entre nombres, descubrir el nuevo disco de Enigma, que el también nuevo disco de Love is Colder than dead, suena tan similar al Dead can dance de los últimos tiempos, que el compacto doble, en concierto, de Lorenna Mckennit sigue ahí esperando el día en que finalmente me lo lleve. De pronto, encontrar en la isla de novedades, por mera coincidencia dos discos de Filipa Giordano. ¿Qué se de ella? hasta hace un par de días ni siquiera su nombre. Y si ahora hablo de ella es porque estará en concierto este fin de semana aquí en Guadalajara. Su voz me atrajo por el spot que han transmitido en la radio en el que destaca un fragmento de la Habanera de Carmen, la Ópera de Bizet (Taran tan tan, taran tan tan, tara ta tara ra ra ra ra…). Coloqué pues los audífonos en mis orejas. Y caí en al arroba de esa voz. Lo recurdo y la piel se me vuelve a enchinar, quedo frío y vacío en el cuerpo. ¿Qué es la poesía? Me preguntaba ayer cuando Ted Hughes me dejaba en silencio, este pozo inmensurable en el que la voz de la Giordano me hizo caer. Aún siendo un ignorante, ni siquiera neófito, sentir la vibracion de los tonos, envolverme en la voz, dejar que el sonido inundara y perforará mis cavidades, cerrar los ojos. Respirar: aspirar, sacar el aire, aspirar, sacar el aire. Sentir el ritmo del mundo. Como tiempo y canto se unen en un viaje a los recuerdos que compartimos todos y a aquellos únicos de cada ser. El Ave María, comenzaron las primeras notas y no pude continuar, las piernas me flaqueaban (El Ave María tiene su historia de duelo en mi caso, tampoco ahondaré en ella este día), brique los títulos, más fragmentos y mis ojos vidriosos, cambiar de disco y el Coro a boca chiusa de Madame Butterfly, al final el Va`pansiero, ese himno de los exiliados, elevar el rostro para escapar de la fuerza de gravedad, los ojos vidriosos, anegados, y no dejar fluir, el cuerpo inerte, derrumbado, imaginar la ciudad devastada, la vida devastada, la partida, estamos siempre partiendo, siempre partiendo, y sentir el llanto a punto de fluir, con el corazón en un puño presionar el boton de paro, escapar, escapar, con el ruego a Nabucodonosor en la garganta, con el ruego a la poesía de no serle indiferentes…

1 Comments:

Blogger shungokugatsu said...

Hola, iba buscando unos datos de fillipa giordano y me encontre con su blog, lei su entrada y solo le puedo decir algo: "bienvenido al mundo de la opera". yo siempre he dicho que no hay mejor forma de expresar los sentimientos si no es con la opera y la pintura".

hay muchos temas que hacen derramar mas de 100 lagrimas, con tan solo escuchar una voz que habla un idioma que ni siquiera conozco, con unas notas vocales tan expresivas que podrian hacerte llorar y reir en el momento que ellas quisieran.

tampoco soy muy conocedor de la Opera, pero me fascina escuchar el arte en mis oidos.

La primera experiencia que tuve en expresar triste, lagrimas y admiracion por lo que estaba escuchando, fue cuando escuche por primera vez la obra maestra de Guissepe Tartini - devil trill. Obra que cuando la escucho me admiro de tanta intelectualidad en sus notas.

Cambiando de tema, su blog esta muy bueno, siga asi, si todas las personas escribieran y tuvieran esas visiones de la vida, se acabaria en internet la violencia y la pornografia.

Saludos de un tlaxcalteca que estuvo hace 8 meses en tierras tapatias.

10:21 a.m.  

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