viernes, diciembre 05, 2003

Previo a La Barranca

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Para ti, Dar, por tus ojos, por la esperanza
Viernes por la noche. En el messenger L. escribe triste, adolorida y preocupada. Quiza nos separan alrededor de veinte metros, pero la distancia parece mas grande. Es la distancia que separa las cosas que caminan a la par, juntas, pero con un hilo de silencio y soledad inmenso. El pasado es ese hilo de Ariadna, es como una trampa, nos ofrece la falsa certeza de que nos llevara a la salida. Hay que cortar el hilo (a veces) porque Ariadna nos quiere en el laberinto dando vueltas pensando siempre en el escape, en un mentiroso escape. Ariadna es un vampiro. Se esconde en la belleza. Pero no nos permite volar hacia nuestros sueños. Hay que cortar el hilo, y enfrentar no al minotauro, enfrentar a Ariadna. Gritarle mientras la miramos a los ojos que habremos de abandonar su laberinto. La salida ha estado siempre ahi. No es facil tomarla. Se ve tan peligroso atravesar ese ultimo laberinto. Cerrar el circulo. De una una u otra forma habra de sucumbir Ariadna. Y Solo hay dos escapes: uno de ellos se resume en el heroe victorioso que ha de salir por la entrada principal, la segunda, es la puerta trasera del laberinto, asi escapo Icaro, aunque despues cayo. Por que puerta oh musa habremos de escapar. Saldremos juntos o por puertas separadas. Ah de los ojos, Ah de la mirada. Ah de esta sensacion macilenta que se apodera de mi tras la felicidad mas plena.