miércoles, marzo 31, 2004

300 palabras

La disciplina, dicen algunos, es lo que marca la diferencia entre quienes desean ser escritores, y ser escritor. Para perfeccionar la técnica y encontrar el estilo particular no hay de otra que escribir todos los días. Algunos incluso dicen que lo ideal de ese escribir diario es lograr que el blanco sea invadido por al menos 300 bloques negros, es decir palabras. Confieso que la disciplina no es mi fuerte. Que tal vez precisamente por falta de ella no pase de ser un mediocre escribidor. Confio que algún día me decidiré cambiar esto y entonces sí convertir mi vida en Literatura. Pero mientras esto sucede, yo platico con el Inshecto que ha leído el cuento, su cuento, titulado "Bajo el andén" y se sorprende de recordar algo olvidado gracias a las palabras de otros. El inshecto es como un fantasma. Aparece y desaperece misteriosamente. Sus pasos son leyenda. Ahora parte para España. Persigue un sueño tan fantasmal como él: su arte: su propuesta: y esto es apenas el principio, el vislumbre, los balbuceos... de la libertad, su libertad. Qué es la libertad. En silencio. Y recuerdo que Sandra Carvajal, pintora, hace un par de horas me contaba de su miedo al silencio, hasta que se permitió vivirlo y descubrió que el silencio no era muerte, sino comunicación consigo misma. Ya no le teme el silencio. Y todo porque los hados la llevaron a ilustrar la portada del libro de Ana Claudia Zamuido (en Los Cuadernos de Bartleby): Sé del silencio. El cuento sobre el cine detenido. La próxima semana viaje en puerta: a Monterrey con Inés. Aprovechar para dejar revistas en centros culturales, hacer contactos y demás. Lunorman esta triste. La Becadora quiere que le tome fotos. El viernes pasado me toco ver y escuchar a DJ Sasha. Me gustó. Sin embargo me parece que las raves ya van a la decadencia. Sin ser un conocedor de esto, creo que todo movimiento musical presenta tres etapas: la primera o de underground, el movimiento es de culto, para iniciados, lo más puro que se puede. Segunda: el movimiento tiene vida propia, éxito total, es cambiante y se adapta a lo que la mayoría pide. Tercera, decadencia. A concluido el periódo de éxito, de sorpresa. La duración es variable se pude estancar sin aparente variación o bien desplomarse por no ofrecer ya nada. Meras especulaciones por supuesto. En fin que si alguien se toma la molestia, por favor cuenten las palabras, tal vez esta madrugada haya logrado el objetivo ideal de todo escritor.

miércoles, marzo 17, 2004

La felicidad hiere